Por Eduardo Jiménez Marqués
http://aragon365.blogspot.com
Toda la vida la pasamos esperando algo. Cuando somos niños
esperamos ser mayores. Después de adolescentes esperamos el amor. Cuando somos
jóvenes esperamos encontrar un buen trabajo.
Luego esperamos retirarnos. Esperamos
ser felices. Esperamos tener dinero. Volvemos a esperar el amor. Luego
simplemente nos conformamos con vivir y querer.
Toda nuestra espera vital se diluye en el fragor de las
batallas del día a día y es ese ruido el que nos impide vivir el presente, como
nuestra única realidad.
En la soledad de mi casa, aunque esté en compañía, solo aspiro
a ser respetado y a respetar. Solo pido a los demás aquello que yo trato de
dar.
Siento que el estómago se revuelve y no entiendo porqué. Será
que empiezo a estar pasado de todo y que necesito nuevos horizontes.
Pero detrás del horizonte solo existe un nuevo horizonte y así
sucesivamente hasta que demos la vuelta completa a La Tierra. En ese momento
estaremos justo donde empezamos es decir esperando sin saber muy bien el qué.
Yo ya estoy cansado de esperar, quiero vivir mi presente sin
pensar en lo que no existe.
Bueno por hoy creo que ya he seguido mi terapia de escribir
algo de nada.
Besos y ser muy felices.
FOTO: Reportaje de prensa que señala etapas de la vida mía
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