Aragón y el Santo Grial
El Santo Grial es el plato o copa usado por Jesucristo en la
Última Cena. Tras esta última cena el Santo Cáliz queda en manos de los
discípulos Pedro y Marco.
Estos lo trasladaron de Jerusalén a Roma donde permaneció por
más de dos siglos
Allí la conservaron los Papas hasta San Sixto II, quien, para
salvarla de la persecución del emperador Valeriano y de la amenaza de los
bárbaros, la entregó a su diácono San Lorenzo, oriundo de España, que la envió
a tierras de Huesca, en el siglo III.
Desde su llegada a Huesca el santo Grial estuvo íntimamente
vinculado a la consolidación del Reino de Aragón.
Durante la invasión musulmana, la copa de la Cena fue ocultada
en el Pirineo. Los cristianos de Huesca huyeron con ella a las montañas del norte
en el año 712 Primero estuvo en las cuevas de Yebra y después encontró refugio
en monasterios, el último de ellos, el de San Juan de la Peña.
El recorrido del Santo Grial
Del año 33 al 250
Jerusalén Roma. De 258-553 de
Roma a Huesca. Desde 553 a 711 Iglesia de san Pedro el Viejo
(HU). Del 711 a
1014 en Yebra de Basa, San Pedro de Siresa y San Adrián de Sasabe. En 1014 a 1044 en Bailo. Desde 1044 a 1076 En S. Pedro de Jaca, La Catedral
del Santo Grial. De 1076 a 1399 en San Juan de la Peña. En 1399 a 1410 el Rey Martín el Humano lo
traslada a La Aljafería de Zaragoza y posteriormente a Barcelona. Desde 1437 año en que el Rey Alfonso V el
Magnanimo lo traslada a Valencia hasta
la invasión Napoleónica. En el periodo 1809 a 1939 se oculta en Ibiza, Palma de
Mallorca, Alicante y Valencia. Desde 1939
hasta el momento actual permanece en Valencia (España)
Los Papas Juan Pablo II y Benedicto
XVI celebraron misa con el Santo Grial en Valencia, a petición propia.
Según la "Vida y
martirio de san Lorenzo",
apócrifo del s. XVII supuestamente basado en la obra del monje Donato (s. VI),
el papa Sixto II le entregó el santo cáliz junto a otras reliquias, para que
las pusiera a salvo. En la cueva romana de Hepociana, Lorenzo acudió a una
reunión de cristianos presidida por el presbítero Justino. Allí halló a un
condiscípulo y compatriota hispano, llamado Precelio, originario de Hippo (la
moderna Toledo), en Carpetania, a quién entregó varias reliquias, entre ellas
el santo cáliz, con el encargo de que las llevara a la familia que le quedaba
en Huesca (sus padres vivían en Roma).
Precelio llevó las reliquias a los tíos y primos de Lorenzo en
Huesca que las escondieron, perdiéndose la pista, aunque algunas tradiciones
afirman que el santo cáliz fue depositado en la iglesia de san Pedro de la
localidad, de donde sería puesto a salvo por el obispo Acilso cuando huyó en
711 ante el avance de los musulmanes, para esconderse en los Pirineos.
Según D Dámaso Sangorrín Diest. Deán de la
Catedral de Jaca. La historia sería la siguiente
"El Santo Grial en
Aragón", quiero dar a entender que esta preciosa joya, ya se la considere
como el Sagrado Cáliz en que Nuestro Señor consagró en la última Cena, ya como
el Santo Grial de las leyendas, fué y es gloria exclusiva de Aragón; habiendo
pasado por las localidades que voy a anotar en compendio, como esquema de los
varios puntos que se habrán de dilucidar.
a) Desde el año 258 hasta 712, en HUESCA,
en poder de sus obispos.
b) Huyen los cristianos de la tierra baja
ante el ímpetu arrollador de las tropas árabes de Tárik y Muza en 712, y se
refugian con sus obispos y sus sacerdotes en las fragosidades de los Pirineos,
llevando consigo los objetos del culto y las reliquias más preciosas Es
probable que el Santo Cáliz - la primera entre ellas - estuviese algún tiempo
con el primer obispo de Huesca fugitivo en la cueva del monte de YEBRA, lugar
desde entonces santificado además por el martirio de su pariente Santa Orosia,
víctima preciosa de la persecución mahometana. Es muy probable que el Santo Cáliz
se guardó también algún tiempo en el Monasterio de S.Pedro de SIRESA (valle de
Echo) al menos siendo obispo Ferriolo, el cual se titulaba "obispo en San
Pedro", que necesariamente se ha de entender el de Siresa, pues no existía
aún el de la Sede de Jaca, y el de S. Pedro de Siresa ya consta como Monasterio
importante en los tiempos visigóticos, según la epístola del mártir S.Eulogio
de Córdoba; viniendo a robustecerse esta probabilid con la existencia en la
iglesia de Siresa de innumerables reliquias de Santos hasta el día de hoy,
procedentes sin duda alguna de los cristianos refugiados en las montañas en
aquella época de terror.
c) Es moralmente cierto que el Santo Cáliz
estuvo (en poder del obispo siempre) en el Monasterio de Santa María de SASABE,
que existió a unos 2
kilómetros al N. de la actual villa de Borau - entre el
valle de Canfranc y el de Echo, en el sitio donde hoy está la ermita de S.
Adrián. Consta documentalmente la existencia y sepultura de siete obispos en
Sasabe, hasta que el último que allí vivió, Don García I, trasladó en 1044 su
residencia a la ciudad de Jaca, que por aquellos años estaba reedificando el
rey Don Ramiro I y levantando su catedral. En estas andanzas pasaron los
obispos de Aragón - que así empezaron a titularse en el siglo IX - desde el año
712 hasta el 1044.
d) En la actual CATEDRAL DE JACA erigida
por el cristianísimo rey Don
Ramiro (así lo llamaba el papa San Gregorio VII) no tanto quizá para Sede
episcopal de su naciente reino, como para que fuese digna morada en lo posible
del Santo Cáliz que venían guardando los obispos de Aragón en las montañas,
estuvo este preclaro Vaso nada más que hasta el año 1076 en que lo llevó ...
mejor dicho estaría se lo llevó
de Jaca su obispo Don Sancho I - sucesor de Don Garcia el de Sasabe - al
renunciar al cargo y retirarse a S. Juan de la Peña, de donde había sido monje
antes de ser obispo.
e) En el MONASTERIO DE SAN JUAN DE LA PEÑA,
reedificado con todo lujo y grandeza, cuanto lo permitían las dimensiones de la
cueva, por el rey Don Sancho Ramírez en tiempos de ese obispo muy protegido
suyo, permaneció el Santo Cáliz - aquí fué la época en que se inspiraron las
leyendas del Santo Grial- hasta el día memorable, aunque nomuy gratamente
memorable, 26 de Septiembre de 1399 en que el Monasterio a instancias del rey
Don Martín de Aragón, se lo entregó en Zaragoza.
f) Pocos años lo poseyó ZARAGOZA; algunos
menos de los que generalmente se cree, según mis cuentas. Del real palacio de
la Aljaferia lo traslado Don Martín a su Capilla del de Barcelona.
g) En BARCELONA estaba el Santo Cáliz con
otras muchas reliquias insignes, propiedad de la Corona de Aragón, cuando se
hizo el inventario de todas ellas en Septiembre de 1410 a raíz de la muerte sin
sucesión del rey Don Martín.
h)
Su segundo sucesor y resobrino Don Alfonso V de Aragón hizo llevar a su palacio
de VALENCIA gran cantidad de esas reliquias, Don Juan II, rey de Navarra
entonces y Gobernador de Aragón y Valencia, lo entregó definitivamente en 18 de
Marzo de 1437 a
la Catedral valenciana, donde se venera hasta el día de hoy.