Historia de la Virgen del Pilar
La
tradición, tal como ha surgido de unos documentos del siglo XIII que se
conservan en la catedral de Zaragoza, se remonta a la época inmediatamente
posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles, fortalecidos con
el Espíritu Santo, predicaban el Evangelio. Se dice que, por entonces (40 AD),
el Apóstol Santiago el Mayor, hermano de San Juan e hijo de Zebedeo, predicaba
en España. Aquellas tierras no habían recibido el evangelio, por lo que se
encontraban atadas al paganismo. Santiago obtuvo la bendición de la Santísima
Virgen para su misión.
Los
documentos dicen textualmente que Santiago, "pasando por Asturias, llegó
con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, el
territorio que se llamaba Celtiberia, donde está situada la ciudad de Zaragoza,
en las riberas del Ebro. Allí predicó Santiago muchos días y, entre los muchos
convertidos eligió como acompañantes a ocho hombres, con los cuales trataba de
día del reino de Dios, y por la noche, recorría las riberas para tomar algún
descanso".
En la
noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos
junto al río Ebro cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María,
gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar
de mármol". La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió
al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al
pilar donde estaba de pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el
fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por
mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi
patrocinio".
Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar.
El
Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a
edificar una iglesia en aquel sitio y, con el concurso de los conversos, la
obra se puso en marcha con rapidez.
Pero
antes que estuviese terminada la Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno de
sus discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de
Santa María del Pilar, antes de regresarse a Judea. Esta fue la primera iglesia
dedicada en honor a la Virgen Santísima.
Imagen: La Virgen de El Pilar de Bayeu
Fuente: http://www.corazones.org/
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