Por www.elpollourbano.net
Editorial: POR FIN
Parecía que nunca
iba a llegar el día, pero por fin estos serán los últimos pilares donde
veremos en sus poltronas a los hombres que más han hecho por nuestra
desaparición. Naturalmente ellos nunca han dado la cara pero sus
entornos, compuestos por fieles servidores de baba facilona, han
interpretado rastreramente sus deseos y han intentado hasta el hastío la
defunción del Pollo Urbano privándole de lo que por Ley le pertenece:
la publicidad institucional.
Pero, acostumbrados como estamos desde hace muchísimos años a
sobrevivir en la trinchera aunque el barro nos llegue hasta el cuello,
ya hemos visto pasar infinidad de cadáveres por la puerta de nuestra
redacción. Y los suyos, casi es seguro que también los veremos. Ese día,
el Pollo, naturalmente, hará un número extraordinario que será nuestra
educada manera de celebrar su ausencia de nuestras vidas y de la
colectividad zaragozana.
Realmente es imposible encontrar en la reciente historia de la
ciudad un trío tan nefasto para los habitantes de estas orillas del
Ebro. Su soberbia y sus ínfulas de personajes que están por encima del
bien y del mal han tocado techo. Su propio partido (¡que desgracia
tenerlos como militantes!) les ha puesto proa al pairo. Ya veremos,
ahora que andarán sin escudo, como aparecen las sirenas ofendidas y nos
deleitarán con sus cantos, que, a buen seguro, no entonaran ninguna
honrada melodía.
En la redacción hemos abierto las puertas y ventanas. Quedamos a
la espera de aire nuevo porque lo necesitamos. La asfixia de su sola
presencia era ya insoportable.
Queridos colaboradores y lectores del Pollo gracias por vuestra
confianza y el ánimo que nos habéis infundido para hacernos llegar a
puerto tras esta -que se nos antojaba-, interminable travesía. Buen
Pollo para todos.